La mano de DIOS.

Es la mano de Dios la cual nunca te suelta, son sus brazos abiertos y prestos para ti quienes nunca te abandonan. Es ese amor eterno que te envuelve y te llena, son compañía incondicional y sus palabras quienes nunca te dejan.

Hay días en los que probablemente no quiero seguir, quiero dejarlo todo, olvidar quién soy y de dónde vengo pero luego me acuerdo de aquél amor que pudo salvarme, que me acompañó cuando todos me dieron la espalda, que me llenó cuando creí que la vida no tenía significado, que me dio más de lo que pedí y junto con su amor le añadió a mi ser las ansias de vivir, de respirar, de querer continuar. Hoy experimento ese amor palpable, que aunque no lo veo lo puedo sentir, eres tú mi Dios quien le da a mi vida razones para seguir.

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