Jesucristo lo es todo.

Hoy es uno de esos días en los que me siento bienaventurada, al saber que tengo un Dios extremadamente inigualable, asombroso, suficiente, absoluto, todopoderoso, un Dios que me sana, que me cuida, un supremo Rey que se interesa en mí. El es suficiente, lo llena todo, sacia, llena, suple, en realidad no alcanzan las palabras para expresar lo que siento.
De no ser por su amor no sé en que pésima situación me encontraría, sé que lejos de El me encontraría perdida, en El encontré mi salvación, mi ayuda, mi fuerza, mi eje, es El quien me moldea día a día y quien hace de mi acreedora de sus bendiciones, de sus bondades y de sus infinitas riquezas en gloria.

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