Hoy la vida suena como Ragged Wood de Fleet Foxes.
Escuchar música que me recuerda a mi adolescencia me hace meditar mucho más en la vida y entender qué hago aquí. Han pasado miles de cosas nuevas, muchas tristes, muchísimas felices. Este 2024 ha sido un año de darme cuenta de todo lo que me hubiese perdido estos once años de vida maravillosa que he tenido si mi primer intento de suicidio del 2013 hubiera surtido efecto, y la verdad es que la vida se ha acomodado de una manera hermosa e inesperada. Ha sido un año lleno de contrastes lindos, servir a Dios con mi vida y en mi día a día, perseverando en esta salvación linda que Él me regaló. Dando clases a los niños, en comunicaciones, en las reuniones los martes. Compartiendo y conociendo gente nueva. Amando y aprendiendo sobre el perfecto amor con mi esposo. Empezó el año desde una vista espectacular cerca a la torre colpatria, los días eran de muchas salidas al no tener trabajo, fotos, helado en Bruce, festival de la chicha con papá y Rog, ver luces en Madrid y ...
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